sábado, 8 de noviembre de 2014

Problemas con los 45 minutos de clase en Melilla

Deshojan margaritas para decidir si las clases duran 45 minutos

05 NOVIEMBRE 2014

El Ministerio confirmó la semana pasada a tres colegios que podían elegir la duración de las asignaturas y el lunes la Inspección de Educación les dijo que no.

La semana pasada era ‘sí’ y este lunes era ‘no’. El Ministerio les dice ‘sí’ y la Inspección de Educación les dice ‘no’. Parece que la Administración juega a deshojar margaritas en lugar de dar una respuesta definitiva a los colegios que quieren decidir  el tiempo que dura cada clase. En septiembre, el Ministerio envió una notificación a los centros de Primaria para que todos dedicaran 45 minutos por asignatura al día. Pero hay seis colegios que se han rebelado contra la norma por múltiples motivos y desean que, al menos este año, la Administración les permita mantener lo horarios de 50 o 55 minutos que ya tienen planificados para cada sesión. 

Pero el juego de deshojar margaritas se aplica también en otras cuestiones. A tres de los los colegios ‘rebeldes’ les dijeron que sí podían seguir con el horario de 50 o 55 minutos para cada clase y a otros que no. Según los sindicatos de Educación, no se dio ninguna justificación por parte del Ministerio para aceptar la propuesta de unos y rechazar la de otros. 

Y la consecuencia de que la Administración cambie de opinión, como quien deshoja una margarita, es que los estudiantes de Melilla reciben una menor atención y los maestros tienen peores condiciones de trabajo, según aseguran los docentes. El Faro ha hablado con profesores de los tres colegios que la semana pasada recibieron el ‘ok’ del Ministerio para dejar sus clases en 50 o 55 minutos y que descubrieron el lunes que las palabras de los representantes de la Dirección de Cooperación Territorial se las hubiera llevado el viento, pues los inspectores de Educación les aseguran ahora que tienen que fijar en 45 minutos cada clase. Son el Hipódromo, el Constitución y el Anselmo Pardo.

Ratio de 35 alumnos

El colegio Hipódromo tiene el mismo problema que el resto de centros: Una elevada ratio. Cuenta con hasta 35 alumnos en alguna  clase. Si es complicado callar a un grupo reducido de niños, cómo será intentar que los 35 miren para la pizarra, hagan la tarea o escuchen, sin distraerse, la lección. Por eso, un profesor del centro asegura a este periódico que necesitan los 55 minutos para conseguir avanzar en las materias. No le da tiempo en 45  a explicar todo y resolver dudas. Ya tiene dificultades para atender de forma individual las necesidades de los niños, mucho menos tiempo tendrá si reducen los minutos que debe dedicar a cada materia. 

Además, en el Hipódromo tienen un problema de organización, afirma el maestro. Los niños de Infantil, que dan clase en su mismo edificio, usan el patio del recreo común. Es imposible, señala, coordinar las horas de descanso con las de clase para evitar que coincidan todos a la vez en el patio. 

También indica este maestro que la dificultad de dar clases de 45 minutos no está sólo en cuadrar horarios, sino en que primero, tercero y quinto tienen unos objetivos con la nueva Ley de Educación, y segundo, cuarto y sexto tienen una programación pensada para casi una hora por asignatura para poder cumplir con lo que exige la legislación anterior de Educación.
 
El próximo curso se implanta la nueva normativa en todos los niveles educativos, por ello, el maestro espera que el Ministerio les permita al menos este año continuar con los 55 minutos por cada asignatura.

Perjudica a Música y Religión

El colegio Constitución sigue aún con la postura rebelde. No comprenden por qué la semana pasada en la reunión que tuvieron con los representantes del Ministerio les dijeron que ‘sí’ les permiten dar clases de 50 o 55 minutos y esta semana ese criterio ya no sirve. Un profesor del centro explica a El Faro que 45 minutos es poco tiempo para dar la lección, resolver dudas y atender a los niños. El docente señala que los más afectados son los compañeros de Música, Religión, Educación Física, pedagogía terapéutica y audición y lenguaje. Los niños tardan un tiempo en cambiar los materiales y en trasladarse a otras aulas y eso resta muchos minutos a la labor de enseñanza. 

El maestro del Constitución reconoce que en junio y en septiembre, como hay reducción del horario, las asignaturas tienen un tiempo de 45 minutos. Pero asegura que esto no influye en el desarrollo de las materias. Explica que en junio son 20 días de clase los que cambia el horario porque los niños salen a las 13:00 horas. En esos últimos días de curso, los profesores están con las evaluaciones y por lo tanto, ya están todas las lecciones impartidas. En 45 minutos se pueden realizar los exámenes o dar las clases de repaso de cara al verano. 

Más o menos ocurre lo mismo en septiembre. Durante este mes los maestros realizan pruebas para comprobar el nivel de los escolares y comienzan con el repaso de lo aprendido el curso anterior para introducir nuevos conocimientos. Por eso, asevera el docente que tampoco afecta que sólo haya 45 minutos por cada clase.

Problemas de tiempo para niños en silla de ruedas
Uno de los centros que tiene verdaderos problemas de tiempo es el Anselmo Pardo. En este colegio hay unos 14 niños con movilidad reducida que necesitan de la ayuda de cuidadores o maestros para trasladarse a otras clases. En algunos casos, precisan utilizar el ascensor porque van en silla de ruedas. Aquí sí van a notar los cinco y diez minutos que les ‘roba’ la normativa del Ministerio. Un maestro del centro se quejó ayer a El Faro de que el Ministerio no tenga en cuenta que los niños necesitan un tiempo para ir de una a otra clase, como la de Música o la de apoyo escolar. Afirma que tras muchos años de experiencia el mejor horario es el que tenían implantado antes de que llegara esta norma desde Madrid. Además, destaca que todos los días se imparten lecciones de Lengua y Matemáticas, que fue la justificación que dio el Ministerio para cambiar los horarios de los centros.
El Ministerio se contradice a sí mismo en el Boletín del Congreso
A la polémica que se ha generado en los colegios con la norma de reducir de 50 a 45 minutos la duración de cada clase hay que sumarle una nueva afirmación del Ministerio de Educación. La Administración asegura en el Boletín Oficial del Congreso que el horario mínimo de la clase de religión debe ser de 45 minutos. Pero también señala que puede ser ampliado por los propios centros, pues “son competentes para determinar en el ejercicio de su autonomía la carga horaria correspondiente de la asignatura”. De esta forma, el Ministerio está reconociendo en esta respuesta a una pregunta de la diputada de UPyD Rosa Díez,que los colegios tienen “autonomía” para determinar, en este caso, el tiempo que dura la clase de religión, que no puede ser menor de 45 minutos. Es una nueva lectura de la norma que está trastocando los horarios de los colegios de la ciudad. 

El Ministerio se contradice una vez más en esta respuesta a UPyD, que aunque se interesa por las clases de religión, habla de una normativa que es genérica para el resto de asignaturas. La Administración dice a los centros de Melilla que las clases deben durar 45 minutos y en cambio, a la dirigente de UPyD le contesta que tienen autonomía para ampliar el tiempo de las lecciones.

EL FARO DIGITAL

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