En Zamora supondría 90 horas menos de clase, lo que se llevaría 4 jornadas de trabajo
17/06/2015. El pasado 10 de junio los delegados de Enseñanza de las diócesis de Castilla y León se reunieron en Tordesillas para analizar las consecuencias de la aplicación de la LOMCE en la región.
La conclusión, una vez comunicadas las necesidades educativas para el próximo curso en aplicación de la misma, es ciertamente descorazonadora, tal como señalan los delegados: una pérdida de más de 1.200 horas semanales para el próximo curso escolar 2015/16.
Se plantean dos graves problemas. El primero es si resulta viable impartir con cierta calidad una materia para la que se tiene menos de una hora semanal, por mucho que ahora sea evaluable. El segundo es qué hacer con todo el personal que a día de hoy imparte esas clases. Muchos verán muy reducida su jornada semanal y con ello el empeoramiento de sus condiciones laborales y otros sencillamente con contratos precarios con un número de horas muy limitado o con pérdidas totales de sus trabajos.
Ciertamente subvierte un principio básico: que la Escuela debe ofrecer una formación integral a sus alumnos y las contribuciones educativas de la clase de Religión a tal objetivo.
Los delegados diocesanos de Enseñanza han debatido sobre qué hacer y han tratado de perfilar estrategias de respuesta ante esta nueva flagrante injusticia que recorta de nuevo la necesaria formación en valores que se planteaba estos años como solución a la crisis. Deducen que de seguirse aplicando de este modo la LOMCE “más paro y menos formación humana”.
Desde la Delegación Diocesana de Enseñanza de Zamora se señala que aquí la aplicación de la LOMCE significaría sólo en la red pública la reducción de cerca de 90 horas de clase, cosa que traería consigo de entrada 4 jornadas de trabajo menos o, en su caso, la precarización de los contratos de todos los profesores que imparten Religión actualmente en los centros educativos estatales.
ZAMORA 3.0
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