La Consejería de Educación recuerda que es el Ministerio quien contrata a los maestros de la asignatura y precisa que se impartirán 45, 60 o 90 minutos semanales.
M.G., S/C de Tenerife
La decisión del Gobierno de Canarias de recortar el horario de la asignatura de Religión en Primaria ha despertado la alarma entre los maestros de esta especialidad, que la ven como un primer paso para que la Consejería de Educación ejecute despidos masivos. Sin embargo, la Administración educativa aclaró ayer que tal reducción horaria no será generalizada, sino que serán los consejos escolares de los centros quienes decidan si la llevan a cabo o si mantienen los actuales 90 minutos semanales.
Según fuentes de la Consejería, el Ejecutivo regional "ha dado libertad a los centros para que, en el uso de su autonomía, puedan elegir la duración de la sesión, que puede ser de 45 o de 60 minutos, así como el empleo de la segunda sesión, en la que queda abierta, entre otras opciones, la posibilidad que también se dedique a impartir Religión", con lo que se conservarían los 90 minutos.
Las mismas fuentes recalcan que ha sido el mismo Ministerio de Educación el que, en aplicación de la nueva ley educativa (Lomce), ha decidido que haya una única sesión de Religión de 45 minutos en los territorios cuyas competencias en la materia mantiene, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
"La demanda, en cualquier caso, viene dada por las propias familias", precisa el Gobierno canario, que recuerda que el profesorado de Religión en Infantil y Primaria es contratado directamente por el Ministerio, "en función de los horarios".
En efecto, el Archipiélago es -junto a Andalucía, Aragón y Cantabria- una de las pocas comunidades autónomas que aún no han asumido los gastos de los maestros de esta asignatura, aunque sí lo ha hecho en el que caso de los que la imparten en Secundaria.
Pero los ánimos de los afectados no parecen haberse calmado. Ayer habían recogido 3.500 firmas de apoyo en la plataforma Change.org y prevén desarrollar concentraciones de protesta el próximo lunes. "Estos trabajadores, que durante años tanto bien han hecho a Canarias educando a los niños en los mismos valores que nuestros padres y abuelos nos han trasmitido a nosotros, se irán de un día a otro a la calle: sin poder cobrar el paro y sin ningún tipo de indemnización", lamentan.
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